El placer de ser diferentes

En un mundo cada vez más homogéneo, estructuralmente diseñado para replicar patrones capaces de generar una industria en serie, que persiguen la eficiencia y tratan de escalar la fabricación para optimizar los esfuerzos y los costes, sólo los valientes, osados o inconscientes se atreven a salirse de la norma.

La tendencia a replicarlo todo, y para todos, es inherente al día a día de una sociedad contemporánea. Una sociedad que se viste de una determinada manera porque es moda, se entretiene como dicta la industria o adula a los mismos iconos.

De ahí que salirse de esa horma y alejarse de las prácticas habituales del sector es, cuanto menos, arriesgado. Y es precisamente ese riesgo, el que confiere a los atrevidos aventureros la posibilidad de acariciar algo verdaderamente único. Esa unicidad, característica de los artistas que se atrevieron a romper los moldes, fue la responsable de que pudiéramos soñar con las luces y sombras o los trazos provocadores de genios únicos como Dalí o Picasso, entre otros.

Hoy, quienes supieron apostar por ese atrevimiento, pueden contar con sus obras como parte de su patrimonio. Unas obras que, a ojos de ese mundo homogéneo del que hablábamos, son consideradas un lujo inalcanzable. Aún así, el error es concebir como lujo únicamente la pieza final. Tan extraordinaria es esa pieza como lo es el acercamiento de quien, a contracorriente, se atrevió a salirse de lo establecido.

Así pues, lo fácil o lo accesible es aquello replicable, aquello que se diseña una vez para ser copiado tantas veces como personas lo deseen. Contrariamente, algo único se perfila en una ocasión sin posibilidad de repetirse.

Hispano Suiza, ya desde sus orígenes, se erige como antídoto para lograr esa codiciada y buscada unicidad, ese hecho diferenciador que nos permite seguir soñando con la excelencia y la singularidad. Su objetivo: encontrar la belleza en aquello diferente, en aquello único.

Y así lo plasmó el equipo de “Daughter” en nuestro vídeo de marca. La agencia creativa, junto con Fil Fury como director del film, se encargó de plasmar todo el ADN de Hispano Suiza presentado al mundo hace unas semanas. Con una combinación de imágenes reales y otras generadas por ordenador (CGI), junto con una potente y cautivadora voz, Daughter Studio creó una pieza visual moderna y sorprendente, manteniendo la esencia de Hispano Suiza en todo momento.

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